Dictamen del Jurado

Dejate llevar por la melodía dulce y no menos juguetona que despliega esta historia. Con la fuerza de una inocencia todoterreno, los autores de Incondicional saben que no hay nada más sublime que la sencillez del amor fraternal, que no hay nada más potente e infranqueable que la candidez concebida sin ironías, desde el sentimiento más honesto. Si nuestras alegrías y pesares infantiles están siempre con nosotras y nosotros, “Incondicional” aporta una posible banda sonora, una música pegadiza y armoniosa –aunque a veces temeraria– que nos recuerda que aquel niño que fuimos, aquella niña, nunca terminan de saldar cuentas y que siempre vendrán a reclamar un nuevo juego, una nueva siesta.