10 años del Premio Itaú de Cuento Digital
24.378 cuentos participantes
265 autores antologados
38 autores premiados
26 menciones especiales
50 cuentos digitales
43 jurados de premiación
262 comité de lectura
Durante la primera década del siglo XXI comenzaron a gestarse algunos cambios en materia editorial, que se consolidan a partir del 2010. Vamos a tomar ese año, de un modo caprichoso, pero que a la luz de cómo fueron ocurriendo las cosas, no resulta para nada descabellado.
La bibliodiversidad es lo primero que hay que destacar. Durante esos años proliferan un sinfín de pequeños sellos editoriales que vienen a abrir el juego literario como nunca antes en la literatura argentina. Estos pequeños sellos comienzan a dar voz a autores que antes no aparecían en los radares de las grandes editoriales. Miles de voces, entonces, enriquecen la oferta cultural.
¿Pero cómo surgen estos pequeños sellos? Además, claro, de una voluntad de los actores del mercado editorial, se presentan una serie de adelantos tecnológicos que facilitan el asunto: la impresión digital que permite tiradas cortas a precios accesibles, las mejoras en las interfaces de los programas de diseño, entre otros. Estos factores hacen que comiencen a conformarse catálogos heterogéneos, interesantes, disruptivos.
El Premio Itaú de Cuento Digital se instala entonces durante estos años de cambio paradigmático. Se instala, y crece, llegando a ser uno de los concursos literarios con mayor cantidad de participantes de habla hispana. De este modo, también, se logra dar voz y visibilidad a otras voces.
En la revisión de estos diez años que conforman esta Mega Antología, hay nombres, hay autores que han ido creciendo y que han logrado luego de los espaldarazos que siempre otorgan los premios literarios, publicar en estas editoriales que se multiplican a partir de 2010. Y otros, claro, que se instalan como los caballitos de batalla de las grandes editoriales.
La pregunta sigue obsesionándonos: ¿Qué es cuento digital? ¿Cuáles son las características que definen a la digitalidad? ¿Hablamos de un nuevo género? Existe, hoy en día, una gran variedad de textos académicos que intentan dar forma, contener, definir al cuento digital. ¿Es la interactividad lo que da la característica distintiva? Si. Y no. Podemos pensar en Rayuela (1963) de Cortázar como un texto emblemático que busca romper la linealidad e involucra al lector en cierta toma de decisiones. ¿Es la utilización de recursos hipertextuales, de audio y de video? Si. Y no. Pier Paolo Pasolini en 1975 agrega un anexo en La Divina Mímesis que constituye un Poema fotográfico; O, ya en la década del 90, W.G. Sebald, incluye fotografías, ilustraciones, y mapas entre su textos con el fin de engordar el universo de sus novelas y dotarlas de una sensación de mayor verosimilitud; También Gay Talese, en sus crónicas, involucra recursos visuales. ¿Es la utilización de programación? Si. Y no. Lo que es cierto e innegable es la búsqueda, es la construcción. Pienso en las novelas caballerescas, en la novela negra, en los relatos épicos. La definición es siempre posterior. Y para eso, es siempre necesario un corpus que permita el análisis. Lo que es cierto también es que el cuento digital nos pone frente al desafío de encontrar nuevas formas de narrar.
La digitalidad, va en aumento. Comparamos la cantidad y la calidad de los cuentos digitales de la primera edición con los últimos y advertimos un crecimiento. Sobre todo en estas nuevas generaciones nativas digitales. Cualquier software se vuelve intuitivo para ellos y a la vez, una oportunidad para contar una historia. Los recursos audiovisuales se combinan en diferentes formatos, se apoyan en tecnologías de programación para volverse interactivos; hay saltos, hay quiebres en la linealidad; los textos ofrecen variantes al lector.
El arte, entre otras cosas, siempre nos ha brindado la posibilidad de ampliar, cuestionar y aportar nuevas miradas a la realidad. En una mirada global se advierte un viraje, pequeño, pero viraje al fin, hacia temáticas coyunturales. Este corrimiento nos permite un abordaje distinto sobre los temas de la agenda social. Proliferan nuevas miradas sobre feminismo, empoderamiento, abusos como lo es el bullying, la violencia de género, etc.
Sostener un proyecto durante más de años es una tarea titánica. Cómo lo es esta Mega Antología que compila los primeros diez años del Premio Itaú de Cuento Digital. Toda obra titánica, siempre deja huellas. Que la huella, se haga camino.
Yair Magrino